Boletín de novedades

Novedades de libros, actividades y noticias.

Nº 39 Octubre 2019

«Las prostitutas y las travestis que se reunen en algunos tramos conocidos de la ruta para esperar allí a sus clientes detectan la lenta venida del grupo religioso y empiezan a alejarse de la línea de asfalto no bien se hace inminente el cruce con la pequeña marcha de la moralidad. Los evangelistas pasan sin mirarlas, con la vista siempre hacia adelante, pero a la vez acelerando el tranco y tomando a sus hijos de la mano. Suele ocurrir que un grupo, a veces, hace una parada junto a ellas, porque un integrante insiste en llevar la buena nueva también a los perdidos.

Nº 38 Octubre 2019

«Pero el trabajo del grupo comunalidades no es el único. Hay mucha gente que está reflexionando en términos análogos desde la geografía y la filosofía, desde el anarquismo, desde el feminismo y el arte, desde la preocupación por la tierra (bioarquitectura, agricultura urbana, ecología). Incluso las ciencias jurídicas y los estudios pedagógicos se están transformando. Lo interesante del caso es que la producción teórica de esta gente suele caer por fuera del menú de los grandes nombres, quizás porque resulta indigerible a las estructuras académicas de nuestras universidades.

Nº 36 Octubre 2019

«Así, fue una cultura dominante la que habló a favor de un dominio basado en la explotación de esclavos. Aquí, no hay distancia crítica que separe al intelectual  del gobernante, en su entendimiento de las relaciones de poder básicas en una sociedad esclavista. Por el contrario, el conocimiento que filósofos e historiadores tenían de la esclavitud era claramente un componente de la misma  conciencia que el esclavista tenía de sus esclavos.

Nº 35 Octubre 2019

«Nadie considera a los niños que ahora mismo llegan a la frontera como refugiados de una guerra hemisférica que se extiende, al menos, desde estas mismas montañas, hacia el sur y atravesando el país, hasta los desiertos del sur de los Estados Unidos y el norte de México, y más allá de las sierras, bosques y luega las selvas tropicales mexcianas, por Guatemala, El Salvador, y por lo menos hasta la Biósfera Celaque en Honduras. Nadie considera a esos niños como consecuencia de una guerra histórica que lleva décadas. Todos siguen preguntando: ¿Qué guerra, dónde? ¿Por qué están aquí?

Nº 33 Septiembre 2019

Lola Iturbe, periodista y militante anarquista que luchó como miliciana en la Resistencia francesa contra los nazis, la recordaba así: "Rosa Luxemburg fue una mujer de extraodinario talento. Fervorosa militante socialista fue asesinada por la reacción. Porque se atrevió a protestar por los métodos de terror que ya Lenin empleó en los primeros tiempos de la Revolución, se hizo acreedora de que el dictador ruso escribiera de ella: 'Un águila puede a veces volar como una gallina, pero una gallina no puede jamás volar como un águila'.

Nº 32 Septiembre 2019

"De modo que una frontera, piensa Richard, puede hacerse visible de repente, puede aparecer sin más ni más en un lugar donde nunca la ha habido; la batalla que se ha librado en los últimos años en las fronteras de Libia, en las de Marruecos o de Níger, ahora tiene lugar en pleno distrito de Spandau, en Berlín. Donde no había más que una casa, una acera, una cotidianidad berlinesa, de la noche a la mañana crece una frontera, brota entre las hierbas, invisible como una enfermedad.

Nº 31 Agosto

El ángulo muerto

«Querida comunidad de Ctxt:

Tengo que confesar que después de la resaca electoral y el debate de investidura he empezado y borrado esta carta varias veces y, al final, lo que me ha salido es desnudar las dudas, preocupaciones y reflexiones de estos últimos tres meses.

No voy a perder muchas líneas describiendo el contexto de crisis civilizatoria en el que nos encontramos, pero lo hago porque si no, no se entiende mi reflexión...»

Nº 30 Julio 2019

Esperaba que atardeciera en un banco del parque. Tocaba la orquesta del café y yo me dedicaba a mirar con mi amiga los vestidos de las mujeres que pasaban, y veía pasar también al Nini y a Giovanni, pero no nos decíamos nada. Me reencontraba con ellos fuera de la ciudad, en el camino polvoriento, mientras las casas se iluminaban a nuestras espaldas y la orquesta del café comenzaba a sonar con más fuerza y alegría. Caminábamos por la campiña, junto al río y los árboles. Llegábamos a casa. Yo odiaba nuestra casa.