LA BESTIA EN LA JUNGLA
Como al acecho, agazapado entre los pliegues del tiempo ?esa jungla que forman sus días?, John Marcher ha advertido desde muy joven que un destino singular, el presentimiento de un acontecimiento capaz de trastornar toda su existencia e incluso de destruirle, le aguarda. De ese modo sabe que algo extraño, inusitado, prodigioso y terrible vendrá de golpe a asaltarle. La invencible seguridad que tiene de que tal cosa sucederá contrasta con el perfecto desconocimiento en que vive John Marcher acerca de qué será exactamente eso que le depara el futuro. Ignorándolo todo acerca de ello, excepto su efecto devastador.
Al acecho de la bestia responde él con su propio acecho, y así comienza una espera que se convierte en doblemente excepcional por el hecho de ser compartida por una mujer que decide mantenerse alerta junto a él, vigilante hasta el momento en que aquello impensado suceda. ¿Qué peligro singular, sin embargo, puede albergar aquello que, fronterizo con el amor y la muerte, por mucha inquietud que produzca, sería el destino más común al que cualquiera, por el hecho de vivir, estaría enfrentado? ¿Es que al cabo del tiempo no iba a sucederle nada en su vida a John Marcher? ¿Y aquella mujer que espera con él no sería nunca testigo de su combate contra la bestia?