DESTRUCCIÓN DE LA MAÑANA
En Destrucción de la mañana, Fonollosa establece una ecuación terrible: "He vivido" equivale a afirmar "he fracasado", palabras válidas para resumir la condición humana en general y, específicamente, el esfuerzo de quienes pretenden salvarse del anonimato y la soledad construyendo una obra literaria o artística.