El jueves 8 de mayo a las 19:30 presentaremos De los dolores y las penas. Ensayo abolicionista y sobre la objeción de conciencia con la traductora del libro, Paz Francés, Madres contra la Droga y un/a penalista por confirmar. No podremos contar con el autor, Vicenzo Guagliardo, porque no puede salir de Italia.
En el acto, además de transmitir las reflexiones del autor tras sus 20 años en prisión, esperamos analizar las actuales políticas penales del Estado y aprender de la lucha contra la cárceles de Madres contra la Droga.
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De los dolores y las penas, Madrid, Traficantes de Sueños, 2013.
¿Es deseable, y aún posible, una sociedad sin pena ni prisiones? Reivindicada por todos, medida y medio natural de castigo de las conductas oprobiosas, quizás nunca antes la cárcel había gozado de tanto consenso. Una cultura del castigo y una sociedad que ha hecho de la prisión su centro oculto, este es el objeto de la crítica de este libro.
Por eso su apuesta es simétrica y contraria: la abolición de la cárcel. Argumentos no faltan. Elevada a lugar del dolor y de la corrupción de la mente, la prisión es solo el espacio para una tortura prolongada. La cárcel no es pues ese medio de rehabilitación con el que se publicita en términos humanitarios. Su naturaleza criminógena es innegable y solo bajo la forma de la venganza, logra resarcir a las víctimas. De ahí la naturaleza irreformable del archipiélago carcelario. Y de ahí también la necesidad de articular un abolicionismo
claro y sincero de la «cultura del castigo».
Introducción a la edición en castellano. Paz Francés Lecumberri y Diana Restrepo Rodríguez
El estado abolicionista. René Lourau
Nota del autor a la edición italiana de 1997
Prólogo a la edición en castellano
Primera parte. Entre Muros
Del cuerpo
De la mente
De la conciencia y del amor
De la historia: la tecnoburocracia y su espectáculo
De la historia: falsa verdad e historias verdaderas
Dolor y memoria
Dolores y cuerpos
Segunda parte. Al otro lado del muro
El abolicionismo es una mirada
La pena como mercancía o el trabajo como don