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Hemos vivido rodeadas de productos destinados a embellecer y cuidar el cuerpo desde el principio de los tiempos. Desde las épocas más dadas a probar e investigar y a mostrar, a épocas en las que la doble moral las condenaba públicamente pero las toleraba en privado u otras en las que el maquillaje y las cremas llegaron a estar directamente prohibidos. En pleno siglo XIX, la pionera Lola Montez, desafiando las convenciones sociales establecidas, fue la primera en decirle a la sociedad que se lavase, se maquillase y se exhibiese, recomendando, por cuestiones de seguridad, hacerse sus propios productos cosméticos. Casi acabó en la hoguera. Dos siglos después, tras el auge de la cosmética industrial, basada en la química y en el bombardeo publicitario, Laura Podadera consigue, con esta completa guía, empoderarnos para que, con criterio propio, ingredientes caseros y técnicas y recetas sencillísimas, elaboremos los productos para nuestro autocuidado, cuidando, al mismo tiempo, nuestro bolsillo y el planeta.