En este pequeño ensayo Hans Magnus Enzensberger, uno de los creadores más agudos y significativos de nuestro tiempo, se adentra en el laberinto de la inteligencia y de nuestros intentos por medirla, demostrando precisamente la idiotez de los tests de inteligencia. El pensador alemán acude a las raíces del concepto inteligencia y rastrea su evolución histórica en las lenguas europeas. Enumera los términos que utilizamos para calificar la inteligencia o la falta de ella, y descubre que son mucho más numerosos los que se refieren a la estupidez. A veces desternillante, a menudo instructivo, siempre perspicaz, Enzensberger termina ironizando sobre las pretensiones de los apóstoles de la inteligencia artificial y pone un lírico punto final con su Himno a la estupidez. «Como siempre, tras la estela de sus antepasados clásicos y románticos, ha sabido mantener el equilibrio entre el pensamiento estético y el pensamiento científico» (Willy Hochkeppel, Süddeutsche Zeitung); «Tremendamente entretenido e instructivo» (Ch. Geyer, Frankfurter Allgemeine).
AUTOR/A
ENZENSBERGER, HANS MAGNUS
Hans Magnus Enzensberger (Kaufbeuren 1929), quizá el ensayista con más prestigio de Alemania, estudió literatura alemana y filosofía. Su poesía, lúdica e irónica está recogida en los libros Defensa de los lobos, Escritura para ciegos, Poesías para los que no leen poesías, El hundimiento del Titanic o La furia de la desesperación. De su obra ensayística, cabe destacar Detalles, El interrogatorio de La Habana, para una crítica de la ecología política, Elementos para una teoría de los medios de comunicación, Política y delito, Migajas políticas o ¡Europa, Europa!