Para envío
EI propósito básico de este trabajo es explicar con algún detalle una experiencia educativa; pero su realidad no ocurrió en el vacío o en un ámbito aséptico, sino en un medio social único o al menos muy excepcional, que fue precisamente el que permitió y dinamizó nuestras actividades y reflexiones ulteriores. Nuestra Escuela de Militantes fue el producto de la revolución y nada podríamos comprender de sus mecanismos y resultados sin hacerla inferir en los incidentes y preocupaciones que la nutrieron y zarandearon. A juicio mío, además, la función educativa a todos sus niveles ha de ser un aprendizaje ininterrumpido de los jóvenes en relación con la sociedad toda; porque en cuanto la Escuela se margina de los dinamismos comunitarios, rompe su auténtico contacto con la vida y se convierte en algo discriminatorio y artificial. Pues bien; si esa simbiosis entre el aprendizaje juvenil y el desenvolvimiento social ha de ser vivo y permanente, en nuestro caso la exigencia es mayor, puesto que surgimos de la convulsión sociológica de aquel momento, y al socaire de sus ráfagas tuvimos que desenvolvernos.