INSANIA

Imagen de cubierta: INSANIA
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Libro disponible en la Distribuidora Traficantes de Sueños
Editorial: 
Coleccion del libro: 
Idioma: 
Castellano
Número de páginas: 
213
Dimensiones: 170 mm × 110 mm × 0 mm
Fecha de publicación: 
ISBN: 
978-84-89753-43-3

Hélia Correia nació en Lisboa, en febrero de 1949. Creció en Mafra, una zona agrícola cuyo ambiente marcó mucho su infancia y cuya atmósfera rural está siempre presente en sus libros, de un estilo muy personal e inconfundible que producen en el lector una gran sensación de extrañeza.

Se graduó en lengua y literatura francesa y portuguesa en la universidad de Lisboa, y durante varios años fue profesora de una escuela estatal. Sus comienzos en la escritura fueron a través de la poesía, pero después ha practicado el cuento, la novela y el ensayo. Ha trabajado para importantes periódicos y revistas especializadas de Portugal. Sus poemas han sido recogidos en diferentes antologías literarias. Es una escritora muy estimada en su país.

Su primera novela "O separar das aguas", apareció en 1981. Le siguió "Montedemo" en 1983 y "Soma" en 1987. En 1988 publicó "Villa celeste" y un libro de cuentos para niños: "A luz de Newton". Ha escrito dos obras de teatro: "Perdiçao", un ejercicio sobre Antígona, y "Florbela", en torno a poetisas portuguesas de la primera mitad de este siglo. También ha sido adaptada al teatro "Montedemo". "Insania", publicada en 1996, es una de sus últimas novelas. En ella se describe un cuadro de ambiente rural infectado por la plaga del fin del milenio.

"Era muy difícil vivir, lo sabían, ahora que dejaban de alimentar sus nervios con risas y terrores. Se había encendido allí la luz de la inteligencia, que es una luz difícil de soportar. Y, tal vez porque habían conseguido mantenerla tanto tiempo a distancia, atacaba con mayor intensidad, penetraba a través de tímpanos y párpados como los gusanos en los cuentos de ciencia-ficción, y obligaba al cerebro al dolor del entendimiento. Sabían, pues, que estaban olvidados del mundo, a pesar de las cincuenta y pico maneras en que el mundo iba diariamente a sus casas.

Sólo los niños continuaban atentos a todo lo que se revelaba en las pantallas porque la mentira no los perturbaba."