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Jesuclisto es Jesucristo en chino. Es Zao Tianshou, el tercero de cinco hermanos del restaurante chino Gran Muralla, que nació en Huelva, en el barrio que delimita el universo literario de Mario Marín, el autor de Morir es un color. Es como la Yoknapatawpha de Faulkner o la Barcelona del Pijoaparte de Marsé. En esta obra Jesuclisto no está, no es la historia del chino, sino de aquello que pensamos que es nuestra vida. Aquello donde quedará nuestro hueco cuando nos muramos. Es la historia de los que nos van a echar de menos. Con un lenguaje afinado en la oralidad, Mario Marín nos deja en estas páginas dramáticas, con una escritura sutil y literariamente inteligentísima, con un finísimo sentido del humor, una historia cotidiana como lo es la del escarabajo de Kafka.