Maquiavelo ha surcado los siglos y las aulas y sigue siendo objeto de admiración, de envidia, de rechazo, de malas interpretaciones y de seguros elogios. Se trataba, en sus días, de consolidar la fuerza del Estado por encima de los grupos disolventes. El Príncipe era aquel que tenía la habilidad de llevar a cabo esa unión y superar la anarquía. Eran los tiempos de los Medicis que, agobiados de riquezas y distinciones, no lograban sin embargo, dar a Florencia el estandarte de la unidad italiana. Las observaciones de Maquiavelo, que le valieron el exilio siguen teniendo la misma actualidad que entonces, porque tocan las fibras de la coherencia comunitaria y desnudan los resortes del poder.
AUTOR/A
MAQUIAVELO, NICOLÁS
<BR><BR>Es uno de los más inteligentes historiadores y pensadores políticos de todos los tiempos. Fundador de la moderna teoría política, astuto diplomático al servicio de su Florencia natal y desapasionado observador de los asuntos humanos.<BR><BR>Fue autor de una impresionante obra, entre la que cabe destacar: El príncipe, los Discursos sobre la primera década de Tito Livio y la Historia de Florencia, de la que forman parte estas historias que ahora les presentamos.<BR><BR>Como nos recuerda la inscripción de su tumba:<BR>«Ningún epitafio iguala a tan gran hombre».<BR>