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Dos amigas de la infancia, Natalia y Catalina, a las que ahora separan el tiempo, el océano, un idioma. Natalia Litvinova escribe en "La nostalgia es un sello ardiente" la historia de un vínculo entre dos mujeres a lo largo de los años, desde la complicidad y la compañía primeras hasta que sus vidas se separan cada vez más, y desata varios hilos: la manera en la que el pasado y nuestro origen nos definen, la amistad entre mujeres, la relación entre madres e hijas, entre esas hijas y sus hijas. La melancolía y la soledad, el paso del tiempo, la vida que se esperaba y la vida que se tiene, aquello que ha sucedido pese a todo. Si a Catalina la entendemos como espejo, ¿qué imagen nos devuelve?