«Este poema circular es a la vez un manifiesto y un memorial. También es una letanía inscrita en un rosario o molinillo de plegarias. Una letanía es un conjuro. Un gesto de la palabra. Quienes la repiten concentran en ella su voluntad, su energía. Los nombres de las especies en extinción irrumpen en la plegaria sin interrumpirla, como espíritus que viniesen a pedirnos ayuda. Al pronunciarlos, sus nombres van inscribiéndose en el tiempo; la lista que resulta de ello es la que figuraría en un monumento para la memoria, la de todos los que estamos y los que vendrán. La tierra prometida es una estela poética».
La plegaria, o poema circular, es un texto breve, sin significado preciso, que se repite una y otra vez sin más variaciones. Se extiende por un espacio sin fin, donde pueden verse, aquí y allá, animales sin identificar. Según el libro avanza, repitiendo la plegaria, estos animales felices y vivos van alternando con huellas y restos de animales... que hacia el final son los únicos presentes, ilustración del futuro que nos amenaza
LA TIERRA PROMETIDA
AUTOR/A
MAILLARD, CHANTAL
Chantal Maillard (Bruselas, 1951) reside en Málaga desde 1963 y, actualmente, también pasa largas temporadas en Barcelona. Doctora en filosofía y profesora titular de estética y teoría de las artes, hasta el año 2001 impartió docencia en la Universidad de Málaga. Ha vivido en Benarés, donde se especializó en filosofía y religiones indias. Es autora de Diarios indios y Husos, así como de numerosos ensayos, entre ellos Contra el arte, el más reciente. Considerada «una de las voces poéticas más intensas, honestas y radicales del panorama actual» (M.L. Blanco, El País), como poeta ha publicado, entre otros, los volúmenes Poemas a mi muerte (1994, Premio Santa Cruz de La Palma), Conjuros (2001), Lógica borrosa (2002) y, en esta misma colección, Matar a Platón (Marginales 218), que obtuvo el Premio Nacional de Poesía 2004, e Hilos seguido de Cual (Marginales 243), que mereció el Premio de la Crítica de Andalucía y el Premio Nacional de la Crítica en 2007. Hainuwele, que en su primera versión apareció en 1990, fue galardonado con el Premio Ricardo Molina.