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El poder de quienes dominan y quieren seguir haciéndolo se expresa de formas diversas. El monumento Navarra a sus muertos en la Cruzada, popularmente conocido como Monumento a los Caídos, es buena muestra de la variante más violenta. Su grandiosidad neoclásica, coherente con la ideología del «alzamiento nacional», ordena nuestra sumisión explícitamente. Es el estilo de un régimen construido con el asesinato y el robo.
Con perspectiva histórica, lectura académica y un relato estético basado en fotografías, el colectivo Caídos Irauli apuesta por abrir el debate en torno al futuro del gran edificio fascista de Pamplona. Su trabajo se apoya en una investigación crítica del pasado inmediato, llevada a cabo sin cortapisas ni medias tintas.
En última instancia, el objetivo de Ni derribo ni resignificación es que un debate pormenorizado sobre el futuro inmediato del monumento, que no esquive las aristas, dé paso a una solución antifascista emancipadora.