TRES HERMANAS LADRONAS

Imagen de cubierta: LAS HERMANAS LADRONAS
Precio: 13,50€
Agotado
Editorial: 
Coleccion del libro: 
Idioma: 
Castellano
Número de páginas: 
64
Dimensiones: 200 mm × 150 mm × 0 mm
Fecha de publicación: 
2007
ISBN: 
978-84-96788-06-0

Las tres hermanas Fernández no conocían otro oficio que el de robar. Oculta, la mayor, escondía cuanto robaba y vivía como una miserable; Lucía, la mediana, con sus latrocinios vivía como una artista de cine; Justa, la más joven, sólo se apropiaba de lo necesario para vivir. Las tres tenían una obsesión: brillar más que el sol. Y para lograrlo lo intentaron todo: tumbarse desnudas sobre joyas, robar el agua de un riachuelo, bañarse desnudas a la luz de la luna?

Txabi Arnal nos ofrece una divertida historia, en la que el humor y la ironía tienen un especial protagonismo. Las tres hermanas ladronas, en su obsesivo deseo por acumular riquezas, ansían lo imposible. Ni el oro, ni las más lujosas joyas colman sus delirios de grandeza, pero todo cambiará cuando Oculta, Lucía y Justa descubran que no es oro todo lo que reluce y que sólo el afecto y la ternura harán brillar de verdad sus corazones (más, incluso, que el sol del verano).

Elena Odriozola, por su parte, ha creado unas imágenes de gran delicadeza, con la sutileza de trazo que caracteriza su trabajo. Realiza, a su vez, atractivos juegos conceptuales con los personajes, las escenas y las distintas composiciones. Con el texto como punto de partida para mostrar su particular interpretación de la historia desde su imaginario artístico, su especial tratamiento de las texturas, incorpora el cromatismo en toda su simbología y una singular arquitectura de imágenes, que juega con paralelismos entre las distintas ilustraciones.
Hay que recordar por último, que Elena Odriozola recibió en el 2006 el segundo Premio Nacional de Ilustración por la obra La princesa que bostezaba a todas horas.

AUTOR/A

ARNAL, TXABI

Me imagino que la culpa de que ahora esté escribiendo este párrafo la tienen Mortadelo y Filemón, Long John Silver, Batman y mi madre, quien me despertaba (sí, sí, despertaba) cada mañana con las aventuras y desventuras de la Ratita Presumida. El caso es que mi relación con la literatura infantil dura ya más de cuarenta años, y no observo indicio alguno que me haga sospechar que nuestro idilio tenga fecha de caducidad. Aunque algo han cambiado las cosas: ahora conozco muchísimos más personajes e historias maravillosas, y de vez en cuando me atrevo a crear algún pequeño cuento. Así han nacido Rasa, un oveja con problemas de dicción, Marixa, una poetisa perseguida por la policía, Noelia, fan número uno del bíblico Noé, las hermanas ladronas Fernández, el Huracán enamorado de una pequeña mariposa o el rey inglés al que le dolía horriblemente la cabeza. Y ahora os tengo que dejar. Una idea ronda mi cabeza y más vale que le dedique un poco de atención no se vaya a esfumar. Un beso