Para envío
Tres amigos se reencuentran al mediar sus vidas, son de la Villa 311. Barrio de aluvión argentino en el que se criaron, moldearon sus anhelos, forjaron sus sueños inacabados. Persisten por ellos para seguir viviendo. La Villa 311, lugar de acogida de emigrantes, asienta a la población en permanente crisis. Una encrucijada vital, la suya y de tantos otros, que nos muestra que tras un pretendido pronóstico afloran dignidades más potentes que los intereses espurios que lo quieren probable. Haciendo de la necesidad virtud y apoyándose, en este caso, en lo comunitario.
Una sucesión de historias laterales dan forma a una trama sutil, que a ritmo incesante, consigue hacernos vivir en la Villa 311. El autor se nutre de una prosa mágica enraizada en la cultura local, juega con el lunfardo, habla popular, para sumergirnos en una atmósfera tangible que nos deja traspasar hasta situarnos dentro de cada escena.
El relato literario se torna casi documental, testimonio crudo de las azarosas vidas de los habitantes de la Villa 311, llenas de dureza y contrariedad, pero también ejemplo de resistencia y dignidad. El escritor, que residió allá, nos trae la crónica del abandono gubernamental y la exclusión, los negocios buscavidas, la huelga y la cooperativa, semillero de futbolistas y sicarios, génesis de lo mejor y lo peor, lo cotidiano y lo trascendente. Nos descubre, a la vez, un viaje a la geografía del sur continental y a la historia de los pueblos originarios, culturas superpuestas, poso de dominios coloniales y resistencias indígenas, quienes oponiendo la vida han labrado la idiosincrasia del presente.