​​​​​La hidra de la revolución

Jaime Pastor
Libro reseñado: 
Viento Sur
12/05/2023

Por fin podemos contar con una traducción al castellano de esta obra, convertida ya en clásica por ser fundamental para quien quiera conocer la “historia perdida” del  Atlántico, la de una lucha de clases que fue interesadamente ignorada por una historiografía oficial cuya  misión era y es justificar aquella primera globalización capitalista de los siglos XVII y XVIII cuya violencia fue tan duramente denunciada por Marx en El Capital.

La historia que se nos cuenta aquí “mira desde abajo”, como defienden sus autores, y por eso es la de aquellos “marineros, esclavos y comuneros” que protagonizaron protestas, rebeliones y todo tipo de formas de resistencia  en  muy  distintos  lugares  del  planeta   frente   al   proceso de expansión capitalista que se fue imponiendo por la fuerza tanto en el Viejo como en el Nuevo Mundo. La expropiación de bienes comunes como rasgo fundamental de esa época, asociada a la reglamentación de una disciplina de clase mediante el trabajo forzado, la esclavitud y el terror -con las mujeres como objetivo específico-, se vio desafiada, desde el principio, con la Revolución inglesa de 1640 como punto de inflexión, por las sucesivas revueltas que fueron estallando en muy distintos lugares. Un movimiento plural que llegó a incluir, a una “cuadrilla variopinta”, a “los parias de todas las naciones de la Tierra”, como tuvieron que reconocer despectivamente sus enemigos, en la reivindicación común de su pertenencia a una única “raza humana”.

La narración  muy  documentada del desafío que significó  aquella “hidra de la revolución”, frente a la “hidrarquía imperial” que acabaría imponiéndose, va acompañada de la mención a luchadores y  luchadoras que fueron construyendo discursos radicalmente igualitarios y democráticos. Así es como vamos conociendo a lo largo de  estas  páginas,  junto  a los pioneros debates de Putney sobre comunalismo y esclavismo, trayectorias militantes e intelectuales  como las de la “morita negra” baptista Francis, Granville Sharp, Olaudah Equiano, Edward y Catherine Despard, Robert Wedderburn    y Elisabeth Campbell, Spence, David Walker o Volney, entre muchos y muchas exponentes de un “proletariado atlántico” y multiétnico dispuesto a desafiar el emergente orden capitalista. Una  “hidra”  que  tuvo en la Revolución haitiana de 1791-1804 su momento  culminante  mientras que la Revolución americana iría derivando hacia un desenlace conservador, clasista, racista y patriarcal.

Así, continuando las tradiciones afroamericanas, inglesas y norteamericanas de historia desde abajo, Linebaugh y Rediker nos desvelan una historia alternativa que es imprescindible para comprender -y denunciar- cómo y por qué se llegó a configurar el mundo contemporáneo.