¿Por qué la clase importa en el feminismo?

Dice bell hooks, que “Desde los inicios del movimiento [feminista], las mujeres de clases privilegiadas consiguieron que sus inquietudes fueran «las» cuestiones en las que había que centrarse, en parte porque eran el grupo de mujeres que recibía más atención pública, el que atraía a los medios de comunicación de masas. Las cuestiones más relevantes para las mujeres trabajadoras y para las mujeres de los sectores populares jamás fueron resaltadas por los medios de comunicación convencionales”. El feminismo, tal como ha sido institucionalizado y promovido en muchas esferas académicas y mediáticas, ha tendido a reproducir una perspectiva de clase media y blanca que borra las experiencias de las mujeres más empobrecidas. En esta sesión nos apoyamos en el texto “La clase importa” de bell hooks, donde la autora denuncia cómo el feminismo dominante ha evitado —cuando no despreciado— incorporar una mirada crítica sobre las relaciones de clase, perpetuando la exclusión y el silenciamiento de las mujeres trabajadoras, negras, migrantes, rurales.

hooks escribe desde la experiencia personal, pero siempre con una vocación colectiva: lo que vive en carne propia al ingresar a la universidad siendo mujer negra y de clase baja, lo convierte en una herramienta para pensar las jerarquías simbólicas y materiales que atraviesan incluso los movimientos que se proponen emancipadores. En este taller, reflexionaremos sobre qué significa “tener clase”, qué violencias impone la movilidad social, y cómo se manifiesta la vergüenza de clase en nuestros cuerpos, nuestras trayectorias y nuestros vínculos. Nuestra propuesta es empezar el taller desde está comprensión personal y colectiva de la experiencia de clase para trascender y reflexionar sobre los mecanismo e instituciones que constituyen y conforman estas dinámicas de opresión y desigualdad.