La Selecta.
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Beatriz García, activista e investigadora madrileña, presenta en La Selecta el libro Paisajes devastados (después del ciclo inmobiliario: impactos regionales y urbanos de la crisis), editado por el Observatorio Metropolitano de Madrid y Traficantes de Sueños.
Esta presentación es al mismo tiempo una invitación a debatir de forma conjunta desde el campo sobre los efectos locales del ciclo inmobiliario y su crisis posterior.La entrada, por supuesto, es libre.
El trabajo ha sido realizado con una clara intención política y militante: analizar los impactos del ciclo inmobiliario, tanto en su fase alcista como de crisis, con el fin de promover las alianzas políticas que permitan revertirlos en una clave democrática y de redistribución de la riqueza. Aquí puedes descargarlo porque la editorial Traficantes de Sueños publica con licencias que permiten la copia y descarga.
El libro recoge diez ensayos de grupos académicos y activistas de distintas regiones del Estado español con el objeto de revisar las bases ideológicas del modelo, la continuidad de políticas inmobiliario-financieras y las alternativas existentes ante el parque de viviendas e infraestructuras sin uso.
Sus autores son grupos o personas directamente implicados en los movimientos sociales que impulsan estas luchas. Los artículos que componen el volumen fueron por primera vez discutidos en las Jornadas Contra la depredación de los bienes comunes. Ciudad, territorio, capitalismo, celebradas en Madrid entre el 10 y el 12 de noviembre de 2011.
En la base de este creci miento se encontraba una espectacular expansión del crédito, la construcción de más de 600.000 viviendas al año y unos incrementos anuales de los precios inmuebles siempre superiores a dos cifras; esto es, la mayor burbuja financiera del planeta.
Para las ciudades y regiones españolas este crecimiento pasó por un nuevo “renacimiento urbano”: construcción de barrios, renovación de los centros urbanos, inversiones milmillonarias en aeropuertos, autovías y ferrocarriles; paisajes de prosperidad y riqueza que hoy parecen las ruinas de una era de cartón piedra.
La crisis nos ha mostrado, en efecto, una imagen muy distinta. A los desahucios y la destrucción de empleo se les ha sumado el mayor ataque sobre el gasto social que haya vivido el país en su historia reciente, un rápido empeoramiento de los servicios urbanos y un endurecimiento generalizado de las condiciones de vida.