François Blais (Grand-Mère, Canadá, 1973), Es un chico tímido, un intelectual amante de los videojuegos y la literatura de los siglos XVIII y XIX; un tipo normal, según él, pero un superhéroe, un underdog, según la crítica; un autor que vivía de la traducción y de la escritura hasta que quiso comprarse una casa en el campo y, como las artes no eran compatibles con la angustia que le producía la hipoteca, se buscó un trabajo como empleado de mantenimiento en el centro comercial de al lado de su casa. François Blais es una de las voces contemporáneas más interesantes de la literatura de Quebec. Prolífico, tiene en su haber nueve novelas, donde circula siempre el mismo tipo de personajes aparentemente anodinos, marginales (trabajadores del Subway, adictos a Google Maps...), casi nihilistas, poco inclinados a interactuar con el resto de la humanidad, herederos de «nombres improbables extraídos de los anales de la literatura». François Blais está considerado un superhéroe clandestino de la escritura francófona. Documento1, que se publicó en francés en 2013 con gran éxito de crítica, es su primera aparición en las librerías de nuestro país.