CULTURA LIBRE
Los movimientos por la cultura libre apuestan por permitir la copia, distribución y comunicación de los conocimientos y las expresiones artísticas generadas en una sociedad.
1) Porque el conocimiento y las expresiones artísticas se producen a partir de elementos previos y contemporáneos, gracias a las redes difusas en las que participamos. Están hechas de retazos, de mezclas, de experiencias colectivas; cada persona las recompone de una forma original, pero no se puede atribuir su propiedad total y excluir a otros de su uso o replicación, como hace el copyright. No es legítimo; y además es perjudicial para el desarrollo cultural de la sociedad y de cada uno de sus miembros.
2) Porque el objetivo real de las leyes en defensa de la propiedad intelectual es beneficiar a ciertas empresas y corporaciones de sectores estratégicos, basados en el conocimiento y la producción cultural. Sobre el monopolio que permite la propiedad intelectual, obtienen sus ingentes beneficios muchas multinaciones y grandes industrias que bloquean saberes (biotecnología, medicamentos, software) y defienden modelos de producción cultural jerárquicos y unidireccionales (como la industria discográfica, televisiva o editorial).
Prohibir la difusión del conocimiento y las expresiones artísticas es ilegítimo, resulta perjudicial para la sociedad misma y está en el centro de un batalla en marcha.
Por ello la Editorial Traficantes de Sueños utiliza desde sus inicios licencias Creative Commons, que permiten ciertas libertades: copiar, distribuir y comunicar públicamente el contenido de las obras. Y además, colgamos el PDF de los textos nada más salen a la calle. Liberamos libros para el acervo común.
Pero «libre» [free] no es «gratis» [free]. Producir un libro conlleva costes de derechos de autor, traducción, edición, corrección, maquetación, diseño e impresión. En esta era digital, los proyectos de cultura libre estamos buscando nuevas fórmulas de financiación que permitan la sostenibilidad material sin bloquear la difusión de los contenidos; por ejemplo, nuestra fórmula de suscripción.
Los proyectos de cultura libre necesitan de comunidades que los apoyen y los sustenten; igual que el comercio justo o la agricultura ecológica, responden a otro modelo de economía en el que los «compradores» no son clientes sino copartícipes en la generación de nuevas formas de producir, distribuir y consumir.
Para saber más sobre cultura libre, os recomendamos la lectura del texto ¿Por qué Cultura Libre? publicado en 2007 en el Manual CopyLeft.