Cómo atar los bigotes del tigre supone un nuevo muestrario de la particular manera que tuvo Gloria Fuertes de poetizar el mundo, poesía que asciende del yo a nosotros, del dolor personal a la fraternidad universal. Este libro es otra más de las estaciones que configuran el largo trayecto poético que durante más de medio siglo realizó su autora. En todas y cada una de esas estaciones, Gloria Fuertes, nunca defrauda. (Alberto Acereda)
La Huéspeda
Sin comerlo ni beberlo
nos han encerrado en el Cuarto Oscuro
-¡la vida!-
(¡Qué cuarto de hora tan pequeño!)
¡Qué cuarto tan pequeño sin ventanas!
El mío tiene dos puertas eso sí,
una cerrada
-¿Y sólo Dios sabe dónde está la llave!-
y la otra de par en par...
Por ella entra y sale la fulana de la angustia...
...La dejé entrar en casa,
y me pidió quedarse,
me pilló en mal momento,
y la di manta y todo.
Vino para una noche,
y ya va a hacer dos años;
...empezó a meter muebles,
y a adularme los versos...
Otras veces intenta matarme con su vino,
o con su droga barata de tristeza...
¡Voy a hacerlo!
¡Quiero deshacerme de ella...!
...El abogado dice que tengo derecho,
que ha pasado el período...
y que ha metido muebles...
y sigo con la Huéspeda.
La zorra de la angustia
anoche llegó mala...
¿Y cómo voy a echarla
si me vino preñada de esperanza?
