Camino de la justicia es una obra directa y contundente que da voz a las víctimas. Sus testiminios narran y acusan casos más que flagrantes a los que -hasta la fecha- se ha ignorado jurídicamente.
Las irregularidades documentales, unidas a sus asuntos oscuros en los que se encuentran implicados distintos tipos de profesiones y oficios, así como clínicas, hospitales, instituciones, empresas y personas físicas, resultan tan evidentes como indignantes.
Lejos de tirar la toalla, la lucha continúa de forma más contundente si cabe. Muchas de las personas que aportan su testimonio no se conocen entre ellas, siendo tan asombrosas como reveladoras las coincidencias en el método de una trama que continuó en democracia, tras la muerte del dictador.
Casos de los años ochenta realmente estremecedores que han quedado archivados, exactamente igual que los años anteriores. Este es un paso más camino de la justicia, y tras él, continuaremos adelante, sin pausa alguna, por los hijos que nos robaron y por el derecho que nos asiste en busca de nuestra verdadera identidad.
