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A mediados del siglo XX, cincuenta y cinco mil familias españolas dejaron su hogar atrás para instalarse en casas de pueblos recién construidos. Aquellos asentamientos levantados junto a páramos, desiertos y ciénagas recibieron el nombre de «pueblos de colonización». Eran una pieza fundamental del plan del régimen de Franco para poblar las zonas rurales vacías y hacer de sus tierras yermas campos productivos. Alrededor de ellos se crearon canales, pantanos e infraestructuras para el riego. Se parceló la tierra y se ofreció adquirirla, cultivarla y habitarla a quienes de otra manera jamás habrían sido propietarios. El éxodo de aquellos colonos supuso un movimiento migratorio sin precedentes, hoy injustamente olvidado.
Más de sesenta años después, Marta Armingol y Laureano Debat han recorrido España para recoger los testimonios de los primeros pobladores que aún viven, de los que ya nacieron allí y de los colonos que siguen llegando de nuevas geografías. El resultado es la historia colectiva de estos pueblos jóvenes, pero también un viaje por un territorio desconocido e incluso un inventario del urbanismo que arquitectos como José Luis Fernández del Amo o Alejandro de la Sota fraguaron al mezclar los materiales y las formas locales con las ideas de la Bauhaus y el arte contemporáneo.
Pasear por Colonización es caminar por las calles ordenadas en cuadrículas de edificios blancos. Adentrarse en las iglesias para contemplar los retablos, las vidrieras y los murales en los que trabajaron artistas republicanos durante la dictadura. Recorrer un espacio en pugna con los símbolos y los nombres de herencia franquista; con la despoblación y con la fuerza avasalladora del turismo. Escuchar las voces de quienes lo dejaron todo por la promesa de hacer habitable el desierto.