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Pese a que muchas veces seguimos pensando el género como sinónimo de mujeres, hablar de masculinidad también es hablar de género, pues se aprende a ser hombre mediante el proceso de socialización. En concreto, la masculinidad es una construcción identitaria permanentemente a prueba, que los hombres han de afirmar de forma constante a través de diferentes mandatos sociales y culturales. En este libro se aborda el análisis de la crisis de legitimación de la masculinidad hegemónica en Occidente, mientras se van divisando tímidas expresiones de otros modelos alternativos; por contrapartida, se observa cómo la masculinidad trata de recomponerse resistiéndose con contundencia al cambio social. Para ello, la autora reflexiona sobre las ciberviolencias, la pornografía mainstream, la prostitución, la violencia sexual grupal, figuras como el sugar daddy, así como las vehementes reacciones de los hombres blancos enfadados relacionadas con el auge de la extrema derecha. Por último, Beatriz Ranea nos da las claves indispensables para entender que la masculinidad hegemónica es una herramienta patriarcal que es preciso desarmar en aras de la libertad humana.