Recuperamos el libro que introdujo la obra en prosa de la poeta en España. Marina Tsvietáieva (1892-1941) es una de las más grandes poetas que dio la literatura rusa del siglo pasado. Sin embargo, su obra y su nombre, injustamente ignorados durante mucho tiempo, no fueron ampliamente reconocidos y valorados en diversos países hasta casi medio siglo después de su muerte.El núcleo de El poeta y el tiempo, que en su momento fue el primer volumen en español de la prosa de Marina Tsvietáieva, está constituido por tres ensayos: «Un poeta a propósito de la crítica», «El poeta y el tiempo» y «El arte a la luz de la conciencia». Estos son el producto de la constante reflexión de la autora sobre el arte, de su meditación sobre la conciencia y el tiempo y de su profunda preocupación por el sentido de la tarea del poeta.El volumen se abre con la «Respuesta a un cuestionario», en la que la propia autora se presenta al lector hablando de sí misma, de sus orígenes, de su evolución espiritual. Y se cierra con las reflexiones de Tsvietáieva a propósito de las cartas de Rilke, «sólo un pretexto para desplegar su fuerza creativa, remontar el vuelo y contagiarnos de su poesía», en palabras de Selma Ancira, estudiosa de la literatura rusa, a cuyo cargo ha corrido la edición y traducción de los textos.
AUTOR/A
TSVIETAIEVA, MARINA IVANOVNA
Marina Tsvietáieva nació en 1892 en Moscú. A los dieciocho años publicó sus primeros trabajos poéticos que enseguida despertaron el interés de la crítica. En 1922 abandona la Rusia soviética por Praga donde se había refugiado su marido, combatiente del ejército blanco. Tres años más tarde se instaló en Paris con su familia.<BR>En 1939, Tsvietáieva regresará a la URSS, donde ya estaban su marido y su hija que, poco después, serán arrestados. Desamparada, sin trabajo, Tsvietáieva será evacuada de Moscú con su hijo Gueorgui, el 8 de agosto de 1941. Consumida por las privaciones, sin la menor perspectiva, Marina Tsvietáieva se suicida tres semanas más tarde, el 31 de agosto de 1941.<BR><BR>Poetisa rusa. Su obra es, junto con la de Anna Ajmátova, Osip Mandelstam y Boris Pasternak, una de las más notables de la moderna poesía rusa. De su obra poética sobresalen los títulos Álbum vespertino (1910), Viorsti (1922),El poema de la montaña (1924-1925), Poema del fin (1925), Carta de año nuevo (1926-1927). Escribió también las dos primeras partes de una trilogía dramática consagrada a la figura de Teseo: Ariadna (1923) y Fedra (1924). Destacan igualmente sus ensayos: El poeta y la crítica y El poeta y el tiempo.