Para envío
En respuesta a las incesantes tragedias que asolan a la
comunidad afroestadounidense, Jesmyn Ward buscó
consuelo y consejo en La próxima vez el fuego, el libro
que James Baldwin publicó en 1963, con motivo del
centenario del final de la esclavitud y que se inicia con una carta dirigida a su sobrino en la que considera prematura la celebración. Consciente de que las palabras de Baldwin resuenan hoy con la misma veracidad que entonces, la editora de Esta vez el fuego invitó a diecisiete autoras y autores a reflexionar acerca de sus preocupaciones...
Un libro que reuniera nuevas voces y que proporcionara a estos escritores un foro de disidencia en el que poder exigir responsabilidades, dar testimonio, contar ...
Espero que al leer este libro cada uno de vosotros tenga la sensación, queridos lectores, de que estamos sentados juntos vosotros y yo, y Baldwin y Trethewey y Wilkerson y Jeffers y Walters y Anderson y Smith, y todos los escritores serios y clarividentes de este libro?, y de que estamos componiendo nuestra historia juntos. De que estamos escribiendo una epopeya en la cual las vidas negras tienen un valor, en la cual los jóvenes negros puedan ir a pie a la tienda y comprar caramelos sin pensar que van a morir, en la cual las jóvenes negras puedan tener un mal día y ser unas bocazas sin que un agente de policía las agreda físicamente, una epopeya en la cual los policías vean a niños negros de doce años jugando con pistolas de mentira como niños bobos y no como maniacos homicidas, en la cual las mujeres negras puedan pararse a preguntar una dirección sin que los propietarios blancos paranoicos les disparen en la cara.
Ardo, y tengo esperanza.
Jesmyn Ward