Habiendo redactado el libro con la finalidad de aproximar a las nuevas generaciones los orígenes y avatares de la vigente Monarquía parlamentaria ante un próximo desenlace relacionado con la titularidad de la jefatura del Estado, su titular, el rey Juan Carlos, optaría por la abdicación. Los partidos políticos dominantes vendrían a seguir la rutina de la ley, asumiendo el pacto constitucional de 1978 y renunciando, por lo mismo, a la función encomendada y al sentido último de los partidos políticos en las democracias parlamentarias como sistemas políticos participativos. Lo que a la extensión de un descontento hacia la clase política por la torpeza o dejadez ante los retos económicos, políticos e institucionales, ahora habría que añadir la incapacidad de la misma en diseñar y promover una reconversión política, a fin de remitir a los museos y a los libros de historia las estrategias, los artefactos, las representaciones e instituciones del pasado.
