La perspectiva invertida nació de las clases que Florenski impartió entre 1921 y 1924 en la sede de la gran utopía educativa de los constructivistas rusos: los Talleres Superiores Artísticos y Técnicos del Estado (VKhUTEMAS). Familiarizado con los experimentos cubistas de Picasso, y trabajando desde el corazón mismo de la vorágine de la vanguardia rusa, Florenski procedió a una radical deconstrucción de los presupuestos científicos de la perspectiva geométrica. Con argumentos que proceden de la geometría, de la óptica fisiológica y de la historia del arte, demuestra que la perspectiva monofocal heredada del Renacimiento es una «expresión simbólica», artificialmente construida y lentamente asimilada a lo largo de cuatrocientos años de historia. El argumento toma en Florenski un personalísimo derrotero, el de un alegato de la capacidad simbólica del arte y una defensa del contenido espiritual de la perspectiva «invertida» de los iconos.
AUTOR/A
FLORENSKI, PÁVEL
Pável Florenski (1882-1937) pertenecía a un género extraño de hombre universal. Su itinerario intelectual se inició en el mundo de la ciencia -se graduó en el departamento de Física de la Universidad de Moscú en 1904-, pasó luego por la filosofía, las matemáticas o la historia del arte y, aunque terminó finalmente en el de la teología, mantuvo siempre abiertas todas y cada una de estas puertas. Con la llegada de la Revolución, se enroló en la nueva academia del VKhUTEMAS, donde impartió sus clases de perspectiva junto a grandes maestros del constructivismo como Rodchenko y Stepanova. En 1933 fue arrestado, acusado de conspiración y entró preso en un gulag de Siberia, donde sería ejecutado cuatro años más tarde.