Esta obra nos habla indirectamente de la Inglaterra que le tocó vivir al autor, de las costumbres, la ideología, la moral y la ciencia de su tiempo, y por extensión de toda Europa. Sin embargo, si se ha convertido en un clásico es porque en realidad sus juicios son aplicables a todas las épocas, pues aluden a defectos que forman parte de la naturaleza humana, y pone de manifiesto hasta qué punto la nuestra es una civilización degradada en la que impera la violencia, la monstruosidad y el horror.
LOS VIAJES DE GULLIVER
AUTOR/A
SWIFT, JONATHAN
Jonathan Swift (Dublín, 1667-1745), hijo de ingleses establecidos en Irlanda, su padre falleció antes de que él naciera, lo que provocó el regreso de su madre a Inglaterra. Swift permaneció en Dublín con sus parientes, donde creció en condiciones similares a las de un húerfano. Para conseguir la independencia económica, en 1694 tomó las órdenes religiosas y en 1695 consiguió la pequeña sede de Kilroot en Irlanda. Sin embargo, vivió casi siempre en Londres, donde participó activamente en la vida política, religiosa y literaria del período llamado ?augusto?, convirtiéndose gracias a su imaginación y a sus excepcionales dotes de polemista, en una de las personas más influyentes de la ciudad. En 1713 consiguió el decanato de la iglesia de St. Patrick de Dublín, y a la caída del gobierno tory, del que había formado parte como activo consejero, se trasladó a Irlanda. Allí, Swift tomó ardiente posición a favor de los irlandeses contra los atropellos de la administración inglesa, convirtiéndose en una especie de héroe nacional. Tras la muerte de su mujer Stella en 1728, cayó en un progresivo decaimiento físico e intelectual. Dejó su patrimonio a los pobres y destinó una parte de éste a la fundación de un manicomio.