Las historias de Felisberto son las más extrañas que se puedan concebir, por eso, como dijeron de él, ?no se parece a ninguno?. Escribió libros sobre recuerdos de infancia que se abren a otros recuerdos y a otros y a otros como un conjunto de cajas chinas; cuentos extraños de hombres cuyos ojos comienzan a dar una luz verdosa y pueden mirar en la oscuridad o de balcones que son celosos como amantes; historias de un hombre que llora sin motivo lágrimas de cocodrilo, o de una dama enorme que hizo inundar su casa y la recorre en bote mientras relata sin cesar su vida. Escribió fragmentos, relatos que retornan, ocurrencias, fábulas absurdas y trató de saber qué era un cuerpo, qué era un yo, quiénes eran esos dobles que parecen espejos vivientes y errantes en un mundo de claroscuros donde el silencio tiene el espesor de un desierto nocturno, con el lenguaje tentativo de los niños que inventan una lengua secreta.
AUTOR/A
HERNÁNDEZ, FELISBERTO
Felisberto Hernández nació en 1902 y falleció en 1964, en Montevideo, Uruguay. Es considerado uno de los exponentes más brillantes de la literatura de su país, ?un escritor que no se parece a ninguno, (...) que escapa a cualquier clasificación o encasillamiento, pero que se presenta, desde la primera página, como inconfundible?, afirma Italo Calvino. Pianista y compositor, durante muchos años trabajó como concertista y acompañando películas mudas. Entre sus libros se hallan Fulano de tal (1925), Libro sin tapas (1929), La cara de Ana (1930), La envenenada (1931), Por los tiempos de Clemente Colling (1942), El caballo perdido (1943), Nadie encendía las lámparas (1947), Las Hortensias (1949), La casa inundada (1960) y Tierras de la memoria (1965).