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Acabada la Guerra Civil, la dictadura gestionó hogares de Auxilio Social para educar en los principios del nacional catolicismo a niños huérfanos o de familias que atravesaban serias dificultades económicas. La mayoría pertencían al bando de los vencidos. Uno de ellos fue Carlos Giménez, quien hace cincuenta años comenzó a publicar en cómic "Paracuellos" para denunciar el maltrato físico, el hambre y el frío sufrido por él y otros muchos compañeros de internado. Considerada por los profesionales de la historieta la serie más importante del tebeo español, su autor contrapone en ella, sin perder nunca de vista el sentido del humor, la crueldad de la realidad que vivió en propia carne con la ternura que emana de la imaginación y la ingenuidad de aquellos críos víctimas del franquismo. Traducida a varios idiomas, Carlos Giménez ha convertido los nueve álbumes escritos y dibujados hasta ahora en una novela para los que no leen tebeos.