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«El rasgo fundamental del espectáculo moderno es la puesta en escena de su propia ruina». Así se expresaba Guy Debord en 1959. Lo que desde entonces parece claro es que -aunque las ruinas siempre ocupasen un lugar en la reflexión teórica y en la sensibilidad artística- el devenir histórico cercano ha abocado a la humanidad y a la vida en la Tierra hacia ese horizonte extraño. Siguiendo esta intuición, en este libro se estudia la presencia de las ruinas y los descampados en el arte, la arquitectura y el pensamiento europeos contemporáneos. Y, si se logra mostrar algo, eso es que las ruinas ocupan un lugar central, tanto en las denuncias más o menos veladas a los modelos socio-económicos heredados, como en las propuestas regeneradoras más recientes sobre el paisaje.