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Con esta obra sus autores analizan las diversas bifurcaciones a las que se enfrenta en la actualidad el proyecto de construcción europea ante las insuficiencias de su institucionalidad, de sus instrumentos de gestión y de su arquitectura económica, financiera y monetaria. El conjunto de estas distorsiones ha hecho de la Unión Europea un espacio económico disfuncional para la ideación de nuevas políticas económicas, que permitan a la eurozona una salida razonable de la crisis sistémica que atenaza al capitalismo mundial desde 2007. El libro analiza los problemas de diseño del euro, que han hecho del mismo una moneda incompleta, privada de soberanía y carente de un suficiente contenido democrático. Además estudia la multiplicación de las divergencias provocadas por la moneda común en las economías nacionales, así como las dificultades acarreadas ante la ausencia de políticas económicas susceptibles de propiciar convergencias y sinergias entre las distintas estructuras productivas nacionales. Por otro lado, se detiene en el impacto de la crisis de 2007 y los errores cometidos en la gestión de la política monetaria por parte del BCE, así como la ausencia de una política presupuestaria de relanzamiento de la demanda a escala continental. Igualmente, los autores abordan la insuficiencia de la respuesta a la crisis bancaria europea, la crisis griega y la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas europeas, que cada vez resulta más difícil gestionar desde una perspectiva estrictamente nacional.
Finalmente, en el libro se analiza el tipo de unión política que debería asumir la Unión Europea para dotarse de un contenido sólidamente democrático a ojos de sus ciudadanos, lo cual supone un nuevo marco institucional, la redefinición de las funciones del BCE y la unión bancaria europea. Sin la resolución de estos puntos muertos, Europa no será capaz de recuperar una senda de c