Si la globalización económica no implica automáticamente la globalización de la democracia, ni la globalización del derecho, tampoco constituye, como tal, una amenaza para la democracia. Según el autor, podría, en cambio, crear las condiciones para una "democracia a la medida del mundo".
Occidente, democracia, libre mercado: son tres elementos que, en nuestro sentido común, se encuentran frecuentemente asociados. Para algunos, de ellos surge la idea que la occidentalización del mundo y la afirmación de un único mercado mundial, promovidas por la globalización, constituyen por sí solas una victoria de la democracia, y que, de ese modo, se favorece la instauración de regímenes democráticos. Por el contrario, otros sostienen que la red cada vez más compleja de interconexiones regionales y globales estaría minando los presupuestos del pensamiento y del procedimiento democrático, en la medida en que privaría a los estados nacionales del pleno control sobre sus asuntos internos.
En este libro se afirma que si la globalización económica no implica automáticamente la globalización de la democracia, ni la globalización del derecho, tampoco constituye, como tal, una amenaza para la democracia: podría, en cambio, crear las condiciones para una "democracia a la medida del mundo". Greblo propone una prospectiva en la cual los individuos pueden liberar y valorizar sus propios planos de vida en el marco de una ciudadanía universal, enlazada cada tanto al contexto de alguna cultura específica.
