VIOLENCIA Y CONFLICTIVIDAD EN EL UNIVERSO BARROCO

Imagen de cubierta: VIOLENCIA Y CONFLICTIVIDAD EN EL UNIVERSO BARROCO
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Editorial: 
Coleccion del libro: 
Idioma: 
Castellano
Número de páginas: 
448
Dimensiones: 240 mm × 170 mm × 0 mm
Fecha de publicación: 
2015
ISBN: 
978-84-9836-771-3

Que la violencia ha sido, y por desgracia sigue siendo, algo inherente a las sociedades humanas independientemente de sus coordenadas espaciales o temporales, es algo que está fuera de toda discusión. No es por ello de extrañar que, desde antiguo, fueran muchos los pensadores que atribuyeron precisamente la transformación del hombre en animal político, más que a otra cosa, a la necesidad de encontrar un modo de protegerse de esa violencia que parece implícita en la especie humana. Este planteamiento puede generar, y de hecho genera, muchas cuestiones. Algunas de ellas, que nos parecen perfectamente susceptibles de configurar el marco general y primer punto de partida desde el que abordar las páginas que siguen, podrían ser: ¿han sido todas las sociedades humanas igual de violentas? ¿Lo fueron de la misma manera durante toda su historia o, por el contrario, han existido determinados momentos, realidades estatales o coyunturas particularmente violentos? Y, al hilo de lo anterior, ¿qué mecanismos de consenso se han propuesto en cada tiempo y lugar con el objeto de intentar sortear una conflictividad que, por lo demás, aparece siempre y a la postre, como algo tan difícil de evitar? Este libro nace con la clara pretensión de responder, en la medida de lo posible, a estas y a otras muchas preguntas que se plantean, de modo más concreto, en el ámbito de estudio de la Historia Moderna. Una disciplina en la que aún quedan numerosas parcelas por conocer en profundidad relativas a la cuestión que nos ocupa.
La época barroca o, lo que es lo mismo, la que tiene sus orígenes en las décadas finales del siglo XVI para extenderse hasta ya entrado el siglo XVIII, fue un momento de calamidades, guerras, rebeliones y luchas con trasfondo espiritual como ha habido pocos en la historia europea. En este difícil contexto, la vida se veía frecuentemente amenazada por el dolor y la muerte. Como señaló hace años Rosario Villari en su magnífica introducción a L?uomo Barocco, los hombres y mujeres de la época tuvieron por todo ello «una idea particularmente dramática del período en que vivieron y consiguieron transmitirla a la posteridad: siglo de hierro, mundus furiosus, edad de tumultos y agitaciones, de opresiones e intrigas, en la que los hombres se transforman en lobos que se comen unos a otros». Resulta lógico entonces que, como afirmó Maravall, la sociedad en su conjunto quedara dominada por un sentimiento de amenaza susceptible de generar a su alrededor, como reacción, una cultura profundamente conservadora y represiva. Marcada, por si fuera poco, por el discurso de una ideología dominante inspiradora de un modelo de pensamiento, el de la Contrarreforma y el Barroco, capaz de generar a su alrededor un universo nuevo peculiarmente conflictivo.
En este período concreto del Antiguo Régimen nos encontramos, en consecuencia, ante sociedades extremadamente violentas. La marcada estratificación social, el peso asfixiante del ritual, la beligerancia en las relaciones internacionales, los abusos de las tropas sobre la población civil, el intervencionismo de la diplomacia, el rechazo a otros modelos religiosos, la represión de las minorías, el afán pleiteador, la obsesión por la honra que afectaba a todas las categorías sociales? son cuestiones todas ellas que adoptaron entonces nuevas formas dentro de un clima general de inestabilidad. El mismo está en perfecta consonancia con una escalada de tensión que supo encontrar su más elaborada plasmación en la estética del Barroco. Un tiempo en que todos estos hechos se conciben desde una óptica muy distinta a la que predominaba en el período inmediatamente anterior. La existencia de esta violencia estructural, que es una de nuestras hipótesis de partida, da lugar a un sinfín de conflictos, que el poder controlaba o al menos intentaba controlar y cuyos resortes últimos, en ocasiones, pueden llegar a pasar desapercibidos a nuestros ojos.
El análisis de esta violencia característica de la Modernidad fue, precisamente, el objetivo con el que en 2008 se organizó en la Universidad de Granada el Seminario Científico Conflictividad y conflictividades en el universo barroco. La elección de la temática no fue casual en absoluto, habida cuenta de que la mayor parte de los investigadores que participaron en sus sesiones forman parte de sendos grupos de investigación que, pese a provenir de instituciones diferentes, tienen la virtud de complementarse a la perfección. No en vano, los dos comparten a gran parte de sus miembros. Por no hablar del hecho de que Juan Luis Castellano, coautor de estas breves páginas introductorias, es el investigador principal de ambos. Hablamos, por un lado, del Proyecto de Investigación I+D El estado confesional y la conflictividad social en el universo barroco, financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología; por otro, del Grupo de Excelencia de la Junta de Andalucía Realidades conflictivas: sociedad, política, economía e ideología en Andalucía y América en el contexto de la España del Barroco.