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En la última década, las discusiones públicas sobre temas transgénero han aumentado exponencialmente. Sin embargo, con esta mayor visibilidad no solo ha llegado el poder, sino la regulación, tanto a favor como en contra de las personas trans. Lo que una vez fue considerado como un desorden inusual o incluso desafortunado se ha convertido en una articulación aceptada de la encarnación del género, así como un nuevo lugar para el activismo y el reconocimiento político. ¿Qué sucedió en las últimas décadas para impulsar un replanteamiento tan extenso de nuestra comprensión de la encarnación de género? ¿Cómo una identidad estigmatizada llegó a ser tan central para las articulaciones subjetivas en los Estados Unidos y en Europa? ¿Y cómo han respondido las personas a las nuevas definiciones?