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Desde el año 2012 el Observatorio Europeo de Memorias (EUROM) de la Fundación Solidaridad UB se ha dedicado a analizar cómo se han desarrollado las políticas de memoria en la Unión Europea; y con este estudio, además, ha pretendido examinar la concreta y peculiar evolución de la situación española en la última década. En 2007 se aprobaron dos leyes que marcaron un antes y un después en los intentos de legislar sobre los efectos del pasado traumático de la Guerra Civil y el franquismo. Por un lado, el Congreso de los Diputados aprobaba la Ley de la Memoria Histórica y por el otro, el Parlamento de Cataluña daba luz verde a la Ley del Memorial Democrático. Pero el impulso inicial con el que se probaron ambas normas se fue agotando al cabo de poco tiempo, hasta entrar en un periodo de letargo o hibernación.
¿Cuáles han sido sus efectos reales? ¿Qué consecuencias y reacciones han suscitado? ¿Qué otras iniciativas han surgido desde entonces? En la última legislatura, las políticas de memoria han tomado nuevo rumbo con la creación de una Dirección General de Memoria Histórica y la decisión de exhumar al dictador Francisco Franco de su tumba en el Valle de los Caídos. La impunidad de los crímenes de la dictadura, el estado de las fosas, el tratamiento de la simbología franquista o el papel de las asociaciones memorialistas son temas que continúan vigentes.