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2AL LECTOR La idea del presente testimonio surgió de la presencia de Domitila Barrios de Chungara en la Tribuna del Año Internacional de la Mujer, organi-zada por las Naciones Unidas y realizada en México, en 1975. Allí conocí a esta mujer de los Andes bolivianos, esposa de un trabajador minero, madre de siete hijos, quien llegó a la Tribuna en representación del ?Comité de Amas de Casa de Siglo XX?, organización que agrupa a las esposas de los trabajadores de aquel centro productor de estaño. Sus años de lucha y el reconocimiento de la autenticidad de su compro-miso le valieron recibir una invitación oficial de Naciones Unidas para estar presente en aquel evento. Única mujer de la clase trabajadora que participó activamente en la Tribuna en representación de Bolivia, sus intervenciones produjeron un profun-do impacto entre los presentes. Eso se debió, en gran parte, a que ?Domitila vi-vió lo que otras hablaron?, según el comentario de una periodista sueca. Este relato, que Domitila considera la ?culminación? de su trabajo en la Tribuna, es el grito de un pueblo que sufre porque es explotado. Además, reve-la cómo la liberación de la mujer está fundamentalmente ligada a la liberación socioeconómica, política y cultural del pueblo y que su participación en el pro-ceso se sitúa en este nivel. No es un monólogo de Domitila consigo misma lo que presento aquí. Es el resultado de numerosas entrevistas que tuve con ella en México y en Bolivia, de sus intervenciones en la Tribuna, así como también de exposiciones, charlas y diálogos que desarrolló con grupos de obreros, estudiantes y empleados uni-versitarios, habitantes de barrios populares, exiliados latinoamericanos residen-tes en México y representantes de la prensa, radio y televisión. Todo ese ma-terial grabado, como también alguna correspondencia escrita, fue ordenado y posteriormente revisado con Domitila, dando lugar al presente testimonio. Domitila se adapta a las circunstancias concretas en que se encuentra y al público al cual se dirige. Su forma de expresarse en conversaciones personales es bastante distinta de aquella que utiliza en discursos e intervenciones en asambleas o en diálogos con pequeños grupos. Esto explica la diversidad de es-tilo existente en este texto, la cual puede sorprender a algunos lectores.