Un libro que recoge un conjunto imprescindible de exploraciones de la diversidad de usos, discursos y aproximaciones del papel de las categorías y jerarquías en el mundo contemporáneo.
Este libro presenta una serie de reflexiones críticas sobre la porosidad y la liquidez de categorías, jerarquías, etiquetas y estigmas. Desde una aproximación antropológica, interdisciplinar e interseccional, explora la identidad como un proceso múltiple y cambiante, atravesado por las nociones de variabilidad, dinamismo, cambio y conflicto. Mediante monografías en ámbitos tan diversos como la justicia, las migraciones, la sexualidad o la corporalidad, las diversas contribuciones de esta obra exploran categorías de diferencia, ilustran cómo son utilizadas en distintos contextos y discursos, y señalan los mecanismos que legitiman y reproducen sistemas de dominación. Cada capítulo se aproxima a las limitaciones para definir las alteridades desde distintas perspectivas. Explora el potencial de la mirada interseccional y el estudio de realidades que escapan a comprensiones estáticas y simples. A partir de un amplio abanico de reflexiones teóricas y casos de estudio provenientes de diversos países y realidades, este trabajo recoge un conjunto imprescindible de exploraciones de la diversidad de usos, discursos y aproximaciones del papel de las categorías y jerarquías en el mundo contemporáneo.
GENI (Grup de Recerca en Gènere, Identitat i Diversitat del Departament d?Antropologia Social de la Univeristat de Barcelona) se inspira en la tradición etnográfica de la antropología y el paradigma interseccional que entiende que las personas están culturalmente adscritas a diversos, y a veces contradictorios, procesos identitarios que coexisten, se superponen y se entrecruzan. Estos procesos, que coinciden con las experiencias y narrativas individuales y colectivas, son fuente de desigualdades, jerarquías y exclusiones, pero también de resiliencia, solidaridad y transgresiones. Desde esta perspectiva las identidades se entienden como algo cultural, procesual y relacional. Es adoptando esta concepción que se visibiliza la ambivalencia inherente a las categorías identitarias: nos ofrecen significados y estabilidad, pero, al mismo tiempo, limitan y condicionan nuestro campo experiencial. Así mismo, el género es visto como una categoría abierta y plural, ya que las expresiones corporales e identitarias a menudo desbordan la lógica binaria hegemónica. Nos encontramos, en definitiva, ante múltiples dimensiones de la diversidad: de procesos identitarios, de tejidos normativos, de ejes de desigualdad, de experiencias, narrativas y expresiones.
