La transformación de la ciudad en las últimas décadas ha producido un abanico de dinámicas sociales que la muestran como un lugar de contradicciones, paradojas y conflictos. La larga aplicación de políticas neoliberales, junto a fenómenos como la polarización urbana, la exclusión social, las luchas por el espacio, la estigmatización territorial, así como dinámicas de turistificación y elitización, han moldeado la ciudad en múltiples aspectos. Centrarse en los conflictos urbanos muestra el carácter nocivo de las lógicas de mercado en ámbitos como la planificación urbanística, pero también en el modo en el que las administraciones públicas y los medios de comunicación de masas intervienen y desempeñan un papel clave en la modelación y control de las poblaciones. Sin duda, todo ello ha transformado los modos de gobernanza urbana que han afectado directamente a la reproducción social y a la vida cotidiana de sus habitantes.