S. Eisenstein (1898-1948) ocupa, sin lugar a dudas, un lugar muy destacado dentro de la historia del<BR>cine, no sólo por la indudable calidad de su filmografía, sino también por la trascendencia que han tenido sus textos sobre estética y teoría cinematográfica. En ambos campos el realizador nos ha legado materiales de gran importancia y cuya influencia es altamente verificable (sobre todo en lo referido a su uso del ritmo y del montaje).