Los comunes, una categoría todoterreno

Margarita Padilla
Libro reseñado: 
Pensar desde los comunes
17/03/2017

Pensar desde los comunes es un libro, librito, todoterreno. Los mismo puede ser leído desde la mesa de estudio que desde el asiento del autobús o el sillón de casa un sábado por la tarde.

Pensar desde los comunes es, sobre todo, eso: un llamamiento a pensar, y ha hacerlo desde un punto de vista que permite renovar nuestro pensamiento en lo que se refiere a política, mercados, ecosistemas, justicia social y cambio sistémico. Esto es: los comunes.
Porque los comunes son tanto un lenguaje ancestral como un instrumento de innovación social.

¿Qué es lo que puede dar un sentido unificador a fenómenos tan dispares como las prácticas de innumerables comunidades indígenas, las luchas por la gestión de la biodiversidad o del suministro del agua, la economía social, solidaria y feminista, o el 15M, por citar solo unos pocos?

Este libro pone en evidencia que no tenemos un vocabulario para nombrar los comunes, y eso es lo que los hace invisibles y los infravalora.
No tenemos costumbre de pensar desde los comunes. Y de ahí que el objetivo del libro sea explanar, hacer accesible esta categoría cultural de una manera sencilla, sintética y breve, a la vez que profunda e inspiradora, deshaciendo malentendidos y aclarando en asunto.

Para conseguirlo, el texto todo el tiempo va yendo y viniendo desde lo concreto particular a lo abstracto general, y viceversa.

Leyéndolo, he rememorado algunas estampas de mi infancia, en las que veía, sin darme cuenta, cómo las personas se organizaban por sí mismas con acuerdos duraderos para gestionar sus propios recursos. Es decir, pensaban desde los comunes y practicaban una gobernanza comunal como lo más natural del mundo, como si las cosas no pudieran ser de otra manera. Lo cual no pintaba un mundo idílico, pero sí un mundo común.

Cuando los límites de los mercados empujan hacia el borde de precipicio, esta filosofía política es mucho más que un recuerdo agradable. Es, quizás, una de las pocas vías de emancipación hecha desde casa y desde abajo que nos compromete como seres plenamente humanos y complejos, integrando la producción económica, la cooperación social, la participación individual y la conciencia ética en un solo paquete.

Si participatipas en iniciativas medioambientales, si estás haciendo economía social, solidaria y feminista, si te preocupa la gestión de los espacios y las infraestructuras públicas, si prosumes conomiento o cultura, si tu ambiente es lo digital... en resumen, si estás en “algo” local y/o global que quieras pensar en términos de comunes, este libro, librito, te puede interesar.

Por mi parte, me anoto como tarea profundizar en el último capítulo, en el que se hace una comparativa entre la lógica de los comunes y la lógica de los mercados, para intentar añadir una comparativa similar entre la lógica de lo común y la lógica estatal. Algo que, a mi entender, sería muy útil en esta coyuntura, y que el libro no ofrece.