¿Perjudica a la cultura la actual legislación y la aplicación restrictiva de los derechos de autor?

¿Perjudica a la cultura la actual legislación y la aplicación restrictiva de los derechos de autor?

La actual legislación sobre propiedad intelectual, y más específicamente sobre derechos de autor, aplica automáticamente a toda obra escrita el “todos los derechos reservados”. Sólo por voluntad explícita del autor y por medio de una nota del mismo, se pueden “conceder” ciertas libertades al público. Este último y la sociedad en general carecen prácticamente de cualquier derecho sobre las obras publicadas, únicamente el libre acceso en bibliotecas y algunos otros usos siempre justificados por motivos de investigación científica. Por lo tanto, ¿es el “todos los derechos reservados” perjudicial para la cultura?

• Sí, porque hace que sean inencontrables una enorme cantidad de obras descatalogadas. Obras que pertenecen a un autor que dejó de dar permisos de publicación; o que sus herederos no quieren que sean publicadas; o que pertenecen a un editor que ya no está interesado en la misma pero que tampoco dará permisos nuevos de publicación; o que simplemente se desconoce quienes son sus titulares (recuérdese que una obra no pasa al dominio público hasta 70 años después de la muerte del autor, normalmente más de 100 años después de ser escrita y muchos más si el autor tuvo una larga vida y se trataba de una obra de juventud].

• Sí, porque impide el desarrollo de un enorme potencial de obras derivadas, que pueden ir desde la adaptación teatral o cinematográfica (lo que normalmente genera mayores beneficios que la edición en papel), hasta cuestiones mucho más modestas como su traducción a otras lenguas, quizás minoritarias, o la simple derivación, desvío o modificación de párrafos, capítulos o tramas, lo que ha demostrado ser uno de los campos más prolíficos de innovación literaria durante el siglo XX. Esto último es aún más grave en el ámbito musical en el que la repetición de dos compases se considera o bien plagio o bien una adaptación/modificación de la obra original sujeta al pago de derechos a su “legítimo propietario”.

• Sí, porque es profundamente antidemocrática y restringe el acceso a la cultura, 1) por medio de trabas que impiden que las obras estén disponibles de forma no comercial en internet obstaculizando el viejo sueño de una biblioteca universal que abarque todo el conocimiento de la humanidad (la biblioteca de Alejandría podría ser hoy Internet) y 2) por medio de nuevos cánones y gravámenes a los espacios comunes en los que es hoy posible el acceso a las obras escritas, como puedan ser las bibliotecas, tal y como demuestra la fuerte presión del lobby editorial para que se aplique la directiva de la Comisión Europea que establece el pago de un canon por el préstamo de libros en concepto de derechos de autor.