ALZADO DE LA RUINA

Imagen de cubierta: ALZADO DE LA RUINA
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Coleccion del libro: 
Idioma: 
Castellano
Número de páginas: 
66
Dimensiones: 220 mm × 110 mm × 0 mm
Fecha de publicación: 
2014
Materia: 
ISBN: 
978-84-15739-07-4

El título de este libro, buen título para un buen libro, Alzado de la ruina, reúne dos términos arquitectónicos, de los que se leen algunos más en los poemas. En el título: alzado ?diseño que representa la fachada de un edificio? tal como explica, entre otras acepciones, el DRAE; ruina ?restos de uno o más edificios arruinados?, según el mismo diccionario que da también varios otros significados. El alzado, el diseño, puesto que da nombre a un conjunto de textos, no está en sentido recto, sino desplazado al lenguaje para estar en el lugar de ?relato?, ?descripción?, ?canto? o algo más o menos semejante, en fin, cierta forma de ?representación?; así, relato de la ruina, quizá el relato de lo más visible ?hay que pensar en fachada? de la ruina. Y no lo más visible por tratar del presente de la ruina, sino de una ruina que alcanza hasta este momento treinta años después de la publicación del libro de Aníbal Núñez, pues, como ha dejado señalado Fernando R. de la Flor en un libro bello como pocos, Aníbal Núñez fue profético y oracular. Aquél, el alzado; ésta, la ruina. Y es que en cualquier caso las ruinas tienen la capacidad de convocar los tiempos: la ruina presente habla del pasado ya caído, pero a ciertas miradas les permite ver cómo el presente está ya también derrumbándose hacia su futuro, ruina asegurada.

Es el alzado lo que da voz a la ruina, la ruina, a la que Núñez adjetiva de sórdida, pero también de celeste y pródiga. Es entonces una ruina que da que hablar, que da mucho que hablar y esa dadivosidad que se le atribuye a lo que da lugar es a ceniza dispersa.

¿El alzado?, ¿sólo el diseño que representa la fachada de un edificio?, ¿no es también quien se alza?, ¿quien se alza, ya que no en armas, sí en palabras? Unas palabras que Núñez trata con ritmos y sintaxis ?el uso del hipérbaton da un tono latinizante? diríase que clásicos, elevados como se suele decir, y se elevan para exponer las perspectivas de lo caído, de la ruina.

Responsabilidad de lo escrito por quien se alza en palabras: el caso de D. M. V. y V, historiador de la ciudad, suicida tras haberle sido refutado un dato, que es la materia del poema inicial, deja las cosas claras: aquél que toma la palabra entra en el juego de la muerte, donde está en juego la vida. Así el historiador, vivo en la historia que dejó inconclusa ¿qué dice el alzado de su palabra?: estéril tarea. No me lo parece, más bien esto otro: Hermoso cuento [?] y en el valle duermen los signos en las piedras.