A finales de 1951, con tan solo veintitrés años, el joven Ernesto Guevara, aún lejos de convertirse en el legendario guerrillero que más tarde sería, emprendía junto con su amigo Alberto Granado un viaje que les llevaría a recorrer gran parte de América Latina en motocicleta. En las notas que escribió sobre su aventura se deja entrever la personalidad del joven Che, su determinación y sus ansias de explorar el mundo, así como una incipiente conciencia social, todos ellos rasgos esenciales de la personalidad del célebre líder revolucionario. Lo que aquí se narra es mucho más que una aventura juvenil; se trata de un viaje iniciático en el que el joven estudiante de medicina de clase media y sin grandes inquietudes políticas poco a poco comienza a convertirse en un hombre dispuesto a cambiar el mundo. Es precisamente ese espíritu transformador lo que hoy más que nunca nos atrae. Para los jóvenes de ahora, como escribe Ángeles Diez en el prólogo, ?este diario ha de ser leído como una promesa. La de un cambio cierto y necesario?.
AUTOR/A
CHE GUEVARA, ERNESTO
Revolucionario, dirigente político, comandante guerrillero, intelectual y médico. Uno de los íconos del siglo XX. Nació en Rosario, Argentina, el 14 de junio de 1928. Siendo un joven estudiante de medicina y después de recién graduado, viajó por América Latina en dos recorridos que influyeron decisivamente en su desarrollo y formación, al permitirle encontrar el sentido de su vida: la Revolución. En 1954 estaba en Guatemala y presenció el derrocamiento del gobierno popular de Jacobo Arbenz por una invasión militar gestada y financiada por el gobierno de los Estados Unidos. En ese país se vinculó a los revolucionarios cubanos exiliados después del ataque el cuartel Moncada. Viajó a México y allí volvió a contactar con los moncadistas y conoció a Fidel Castro, convirtiéndose de inmediato en uno de los expedicionarios que embarcarían hacia Cuba a luchar por su libertad. Los cubanos lo apodaron cariñosamente Che. En los dos años de la guerra de liberación en Cuba, se convirtió en uno de los más prominentes líderes de la revolución, ocupando altas responsabilidades durante la guerra y después del triunfo revolucionario. Siempre dejó claro su deseo expreso de continuar la lucha por la liberación de América Latina o cualquier tierra del mundo. Estuvo en el Congo en 1965 apoyando a los lumumbistas y en 1966 encabezó la lucha guerrillera en Bolivia donde fue herido, capturado y asesinado en octubre de 1967 por tropas entrenadas y armadas por los Estados Unidos.