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La reordenación por arriba del conjunto del sistema mundo se presenta como la más arrolladora de las fuerzas de nuestra época. Su carga de empuje es tan grande que los viejos sistemas de amortiguación de la miseria han sido finalmente despedazados entre la financiarización de la economía, la reordenación geográfica del ciclo de acumulación y la absorción mercantil de cualquier nicho social que aún permaneciese al margen de la valorización capitalista. Este panaroma que nos presenta Roth, quizás en una de las síntesis más sistemáticas que se hayan realizado hasta la fecha, quedaría sin embargo incompleto, si no nos ofreciese una perspectiva que parte justamente «desde abajo». Esta perspectiva se podría resumir en la siguiente pregunta: ¿es posible considerar la recomposición de una alianza social que agrupe a los diferentes sujetos sometidos a explotación y dominio en un frente alternativo al actual capitalismo homicida? Con el fin de afrontar tal reto, será preciso abandonar cualquier pretensión de hegemonía intelectual y política de un agente social privilegiado. Será también necesario considerar la transversalidad de las luchas y su urgente comunicación. La globalización capitalista replantea así la imprescindible politización transnacional del conflicto.