Emily Dickinson fue una mujer inteligente, rebelde y culta que, en su encierro voluntario en la habitación de su casa en Amherst, construyó una de las obras más sólidas de la literatura universal.
Como señala Juan Marqués en la presentación, sus poemas -además de ser escritos, en principio, exclusivamente para la inmensa minoría de sí misma, fueron, a un tiempo, complicadísimos y simples, alegres y triste, transparentes y enigmáticos, Son poemas que acompañan y ayudan a vivir a quien los lee, que enseñan a observar mejor, que obligan a ser más compasivo-.
Aunque su obra es muy extensa, hemos preferido editar un libro pequeño íntimo, dickinsoniano, para lo que ha sido fundamental la visión poética de la ilustraciones de Kike de la Rubia.
"No hay, que yo sepa, una vida más apasionada y más solitaria que la de esta mujer. Prefirió soñar el amor y acaso imaginarlo, y temerlo".
Jose Luis Borges
EL VIENTO COMENZÓ A MECER LA HIERBA
AUTOR/A
DICKINSON, EMILY
Emily Elizabeth Dickinson (1830-1886) nació, vivió y murió en Amherst, Massachusetts, un pequeño pueblo agrícola de Nueva Inglaterra. En su casa, la poeta ocupaba ?Un cuarto propio?, en el que escribió sus versos a salvo de interferencias no deseadas y donde fue guardando una obra que, por su calidad y belleza, ha resistido al tiempo hasta llegar a nuestras manos.<BR><BR>La ocultación durante muchos años de la influencia decisiva que tuvo en su poesía la estrechísima relación que mantuvo, a lo largo de toda su vida, con su amiga de la adolescencia y después cuñada Susan Huntington Gilbert, obstaculiza y oscurece la comprensión de la obra de Emily Dickinson. De ella se han conservado 1.789 poemas, más de 1.000 cartas y algunos fragmentos de textos en forma de notas, recetas o misivas.<BR><BR>Después de su muerte, su hermana Lavinia encontró en un baúl cuarenta libros manuscritos, cuidadosamente cosidos por Emily, con más de 800 poemas que ella había seleccionado y agrupado estableciendo así su propio plan editorial. Lamentablemente toda su obra original ha sufrido manipulaciones diversas, que han ha llevado a interpretaciones no solo equivocadas sino contrarias a lo que la poeta dejó escrito. Actualmente, investigadoras como Martha Nell Smith, Ellen Louise Hart o Lyndall Gordon están desvelando datos que permiten conocer y comprender la vida y la escritura de Emily Dickinson con todos los matices que contiene una auténtica obra de arte como la que ella compuso.<BR><BR>Editorial Sabina