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Carmen tiene la valentía de hacerse preguntas y de querer mirar a otro lado. No como acto de dejadez sino de justicia social. De sanación y de reparación. De hacer honor a la verdá entendía como se entiende cuando alguien canta un fandango y se le dice que la tiene: la verdá. En la garganta.
Se hace preguntas y reconoce el baile que somos entre opresiones y privilegios. Tan importante esto?
A las andaluzas que arrastramos historias de pobreza económica se nos dijo que teníamos que orbitar alrededor de genealogías que no eran las nuestras. Que no hablaban de nosotras.
Ahora miramos, un poquito más, hacia un sur llamado Andalucía. Y, con las palabras de Carmela, desenredar este laberinto en el que nos vivenciamos como andaluzas será sin duda un caminar más accesible. Un libro de recetas. Un mapa.