El Rastro que vamos a descubrir en esta tercera entrega de su Historia es muy diferente al de 1740. Han pasado muchas cosas desde entonces. Primero, mercado de carne; después, zoco de objetos usados, de desecho y ocasión; finalmente, un poco de todo, mucho más heterogéneo, y donde lo nuevo y barato ha ganado la partida a lo usado. El Rastro de hoy es el que nos legó la Guerra Civil. No fueron ni los tradicionales bazares, ni las recién construidas galerías; tampoco el boulevard de la Ronda de Toledo, ni el estraperlo ni la proliferación de la venta ambulante, sino la capacidad de supervivencia de un barrio y el ofrecimiento a través de la venta en la vía pública lo que permitió sobrevivir a muchos de sus usuarios a las penurias de la posguerra.