Si tiene este libro en sus manos, no es por casualidad ni por azar, es porque estaba predestinado a leerlo; de lo contrario, jamás le habría llegado. Ya ha empezando a formar parte de un grupo de personas llamadas a «cambiar el sistema» de fracasos, de injusticias, de avaricias, de corrupción, de crisis, de hambre, de sequias, etc. A lo largo de la historia de la humanidad, los diversos dirigentes nos han impuesto sus reglas, sus leyes, sus religiones. En definitiva, nos han impuesto multitud de normas que solo han cumplido y a las que han estado sometidos los más débiles. Por ello, la estructura del tejido social en el que nos desenvolvemos es un auténtico caos, llámese económica, cívica, moral o familiar.
Ahora bien, algunos de los capítulos de este libro les pueden parecer una utopía, y les parecerá así, por la concepción que tenemos hasta ahora de las estructuras financieras de cualquier país, en la que la distribución y administración de los bienes, siempre es manejada por una avaricia insaciable unida al poder y carente de equidad y honestidad. Por todo ello, se ha producido la situación tan enorme de desesperanza en todos los ámbitos que viven una gran mayoría de los seres del planeta.
Por último, pedirles que lean este ejemplar con los ojos de alma y con el pleno convencimiento de que, entre todos, podemos cambiar el rumbo y el destino de los habitantes de la tierra.
